Piedra, agua, viento, silencio. El agua y el viento se imponen por su naturaleza cambiante produciendo actos de paisaje de percepción efímera. La piedra juega en tres dimensiones: muro de contención, protección, protección de la escollera y como suelo de la Rambla.
El silencio, impuesto la omnipresencia del paisaje infinito. Piedra, agua, viento, silencio, sintaxis afirmativa de lo elemental y sencillo: precisas y esenciales, enfoque conceptual de este espacio urbano, de formas matéricas que vinculan su dimensionalidad técnica, a la poética recurrente que encierran y trascendentes por su mera esencialidad. Teatro, “recinto”, lugar que pone continuamente en valor “lo horizontal”, de formas geométricas sencillas y materiales escasos pero exactos para esas formas.
* Extraído de la memoria de los autores OAP arquitectos.