Cantegril Country Club, como complejo deportivo consta de tres sedes, “Sede Central”, Sede Golf” y “Sede Hípica”. La “Sede Central” fue inaugurada el 2 de febrero de 1947, gracias al impulso de su creador, Mauricio Litman, empresario argentino, quien junto a su esposa Blanca Mazer, creyeron en un proyecto que para muchos era un imposible.
En 1945 se había hecho mucho, pero Punta del Este y sus aledaños, tenían aún gran reserva de vida latente, en lo social, lo económico y lo turístico, que Litman se propuso despertar. Su proyecto tenía mucho de locura. Quería construir un club en medio del bosque, cuyas conexiones más cercanas con la vida social eran dos calles de balasto, las actuales avenidas Roosevelt y Buenos Aires.
Fueron cincuenta y dos los primeros lotes adquiridos por Litman para su sueño, luego el proyecto continuó su expansión. Esta el hombre, un proyecto, el espacio, faltaba el nombre, así surgió “CANTEGRIL”, cuya traducción del provenzal significa “canta el grillo”.
El paso siguiente fue la urbanización encomendada al arquitecto Alberto Ugalde Portela, colaborador de Litman en Buenos Aires. La sede del nuevo club fue proyectada por el arquitecto Lorente. Su propuesta básica consistía en combinar piedra y madera, con la intención de mezclar opulencia y rusticidad. La construcción se transformó en voluntad y empuje. Se trabajó a tiempo completo. Sólo Litman – nadie más lo creía posible – pudo transformar un terreno abandonado en un jardín con piscina, en pocos días. No dejó pasar ningún detalle, y su capacidad de seguir todas las etapas del nacimiento del nuevo club, se puede ejemplificar con lo sucedido en la noche inaugural. Había problemas con la iluminación. El club estaba terminado, pero los accesos carecían de luz. Parecía imposible que, entre la oscuridad del bosque, los invitados pudieran llegar hasta las instalaciones del Cantegril. Entonces Litman ordenó comprar todos los faroles que hubiera en Maldonado, San Carlos y Pan de Azúcar. El 2 de febrero de 1947, 600 faroles iluminaron la entrada y el contorno del Club enclavado en medio del bosque.
Los concurrentes, entre los que se encontraba el presidente de la república Luis Batlle Berres, colmaban las instalaciones interiores que incluían un gran salón, salas de bridge, lectura, bowling y ping pong. En el exterior enjardinado, se distribuía el campo de deportes, con sus canchas de tenis frontón de paleta y piscina equipada a todo confort.
* Extraído de la web oficial de la Institución.