La arquitectura existente es un punto de partida y un dato.
Se intenta conservarla y recuperarla, salvo en los casos en que las áreas requeridas por el programa exigen que los espacios se amplíen.
El espacio de la escalera-claraboya tiene un rol protagónico muy importante, en tanto conector vertical y generador de la espacialidad interna.
El nuevo proyecto, se genera a partir de este espacio y de la intervención de elementos que se conciben como objetos unitarios -la piel de madera, el muro de ladrillo de vidrio, la fachada ligera interior y la escalera-puente-, piezas que se encajan en la arquitectura existente para controlar y viabilizar los requerimientos programáticos y funcionales.
Esta elementaridad del proyecto, surge de plantearse el problema desde un punto de vista constructivo, económico y de simpleza compositiva.
La propuesta discurre por entre la arquitectura existente, sin molestar.
Una intervención respetuosa, silenciosa, calma, elemental.
* Extracto de memoria en sitio web oficial de los autores.