En 1946, el Banco República (BROU) llama a un concurso de arquitectura para la sede de la Caja Nacional de Ahorros y Descuentos. El primer premio queda desierto, y se selecciona como ganador el segundo: una propuesta de Aroztegui. Ese proyecto no se concreta, pero once años más tarde el BROU decide retomarlo y se lo encarga al arquitecto. A finales de los años cincuenta, las ideas arquitectónicas predominantes promovían una arquitectura de cristal y acero. Cobraba importancia la experimentación en hormigón armado y acero promovida por los adelantos en el cálculo de estructuras.
En este contexto, Aroztegui modifica radicalmente su proyecto inicial y propone el edificio que hoy se conoce como sucursal 19 de Junio del BROU, cambio de destino que ocurre hacia 1963, mientras se concreta la obra. El nuevo proyecto transforma la horizontalidad de la versión anterior en una tensión que articula el volumen que contiene el hall y las dependencias de atención al público y el bloque vertical destinado a oficinas. Asimismo, modifica el predominio de los muros sobre los vanos creando una obra cuyo protagonista es el vidrio. El espacio interior, si bien rescata elementos del proyecto anterior, se realiza a una escala aun mayor, posibilitada por una estructura portante que combina el hormigón armado con el acero.
La transparencia de la envolvente no sólo revela el interior del edificio sino que lo abre hacia la plaza, desde el entrepiso y el primer nivel uno puede contemplarla. Dicho de otro modo, el interior del banco se concibe como una extensión de la plaza. La resolución exterior sobre 18 de Julio presentaba escala peatonal por los accesos y la fuente, hoy sustituida por un agregado para albergar cajeros automáticos que distorsiona los valores originales de la obra. A su vez la gran marquesina, solución inédita en la avenida, otorga protección y brinda un marco adecuado a la monumentalidad del volumen.
* Plataforma web de Obras Nacionales, IHA / SMA-FADU, UdelaR.