Hacia 1947 Lorente Escudero obtiene el primer premio del concurso de anteproyecto para la construcción de un complejo de dos salas cinematográficas de 2.400 y 1.200 espectadores, un edificio de nueve apartamentos (de cinco dormitorios, salón comedor, estar diario, escritorio y áreas de servicio), confitería y salón de té, salones comerciales y garaje en el predio ubicado en el encuentro de la Plaza Libertad con la avenida Rondeau.
El edificio de apartamentos y locales comerciales se ubica en la esquina sobre la plaza. Los cines se superponen aprovechando las diferencias de nivel entre la calle Colonia y la Plaza Libertad.
Sobre la rasante de esta última se encuentra el acceso al cine Plaza en tanto el acceso al cine Central sobre la rasante de la esquina de la avenida Rondeau con la calle Colonia. Las salas se han resuelto yuxtapuestas con sus bocas de escena invertidas generándose así una de las secciones más complejas, audaces y originales de la arquitectura del Rio de la Plata hacia esos años. La forma de las salas es consecuencia de argumentos visuales y acústicos. Su eje longitudinal se inclina en relación a la dirección ortogonal de la manzana recurso este que cuarenta años después se convertiría en cita casi obligada.
Se forma así un gran hueco a escala urbana sobre el acceso al cine Plaza que anticipa visualmente los usos del edificio recibiendo la cartelería propia del cinematógrafo y un bajo relieve en arenisca tallada que integraba la propuesta original y luego no fue ejecutado. El edificio es leído externamente como un gran volumen macizo horadado por ese hueco urbano que adquiere real sentido como remate de la rinconada noreste de la plaza Libertad. Expresa desde lo externo sus usos pero también es modelado desde afuera (la cuidad) hacia su interior (el edificio). Podemos hablar aquí del concepto «arquitectura-ciudad» en contraposición a la «arquitectura-objeto» como tan bien lo definiera Marcos Winograd años después. Las fachadas se han resuelto con placas de arenisca de color ocre y plaquetas de gres vidriado a la sal. La carpintería es de color marrón y verde oscuro. Su volumetría exterior cerrada, maciza y unitaria expresa el gran espacio interior de las salas. Sobre la calle Colonia se lo ha subdividió en paños verticales combinando la arenisca con la tejuela cerámica vidriada en relieve. Se incorpora una gran marquesina que protege al peatón de los rigores climáticos, vitrinas con cartelería alusiva amenizando su recorrido.
El interior de la sala del cine Plaza que consta de platea y dos tertulias (de 440 y 750 espectadores respectivamente), ha sido revestida lateralmente con « pelosche» color ocre oro y lambriz de incienso. Los sillones en cuero color ladrillo y el cortinado escénico en verde oscuro, reflejando un minucioso estudio de materiales y colores. El cine Central, hoy dudosamente reformado, era una de las salas con mejores proporciones y equilibrio en la oferta cinematográfica montevideana.
* Memoria del sitio Rafael Lorente Escudero, arquitecto, Colección Digital Autores Nacionales, SMA-FADU.