El hecho más importante en su carrera profesional fue el concurso internacional para la sede central del Banco de la República Oriental del Uruguay, donde participaron treinta y ocho proyectos, con la intervención de arquitectos franceses, americanos, argentinos, brasileños y nacionales, como: A. Lavignase, Álvaro Carlevaro, Julio Vilamajó, Horacio Azzarini, Carlos Pérez Montero, Juan M. Aubriot, Raúl Lerena Acevedo, Enrique Lerena Joanicó y Juan C. Lamolle.
La presidencia del jurado le fue ofrecida al arquitecto noruego Alejandro Christophersen, radicado en Buenos Aires junto con los arquitectos argentinos D. Julio Dormal y Alberto Coni Molina, quienes por unanimidad le otorgaron el primer premio y la dirección de la obra al Arq. Juan Veltroni y a su socio el Arq. Santos Genovese. Detalle de la ornamentación de la puerta de entrada y faroles diseñados por el propio Veltroni.
En el fallo del jurado se puede leer que el proyecto de Veltroni y Genovese “se caracteriza por la claridad y equilibrio en la distribución de sus plantas y en la forma que se resuelven los problemas de iluminación y ventilación. Las fachadas del anteproyecto premiado están concebidas dentro de un concepto clásico que no excluye la estilización moderna.”
El edificio duplica las dimensiones que el arquitecto había realizado en su anteproyecto y que terminó ocupando toda la manzana según solicitó el Director del Banco. Esta obra la realiza con su nuevo socio el arquitecto Raúl Lerena Acevedo.
Por primera vez en América del Sur se utiliza el granito gris para obras de este tipo, presente en las estriadas columnas de estilo corintio de 16 metros de altura y la escalinata que ocupa todo el ancho de la fachada.
Veltroni cuida todos los detalles, desde la ornamentación del interior hasta en las soluciones para que los funcionarios tuvieran mejoras en sus condiciones de trabajo, e incluso diseñó el mobiliario para las dependencias de la Gerencia.
El diseño del subsuelo, donde se custodia el Tesoro, supuso un adelanto tecnológico formidable para la época. La impenetrable entrada al Tesoro está resguardada por una red de rayos infrarrojos invisibles que detectan de inmediato la presencia de cualquier intruso.
* Extraído de Wikipedia.