Está ubicada entre los dos edificios de la Suprema Corte de Justicia en la vía peatonal emplazada enfrente del Palacio Piria, sobre la Plaza de Cagancha. La pieza central consiste en tres bloques de granito oriental y uno de negro absoluto, que establecen un contraste logrado entre mayores densidades de negro y diferencias cromáticas sutiles. Es una escultura masiva y a la vez abierta, al mismo tiempo separada y unida, organizada en base a bloques de tamaño contenido y escala humana. Lo macizo es aludido y a la vez desafiado en un juego dialéctico generado por las entrantes y salientes y por los cortes que le dan un movimiento especial. Así, Lorente configura una obra de estética densa, de peso real y simbólico. La pieza es de formato y tamaño contundentes y resulta clara y expresiva. Es rústica y a la vez refinada, dentro de un planteamiento no figurativo.
El empleo del granito no es casual: es una de las piedras más bellas que produce el Uruguay y una de las más simbólicas en el mundo entero. Por su calidad visual es ideal para simbolizar la fuerza y la belleza de la Justicia.
El material fue tratado en forma especial desde la cantera y se estudió el tipo de corte. El artista sacó partido de los ritmos verticales y horizontales generados en el corte, estudió el recorrido tridimensional, el sutil despliegue de colores negros, las disímiles texturas y los juegos de luces y sombras provocados por hendiduras y salientes. Los volúmenes están tratados de manera tal que muestren las calidades diversas de la piedra, su rugosidad y su fuerza natural. Allí está uno de los mayores aciertos.
Además en el conjunto se revela el empleo de tres elementos geométricos esenciales, que ya desde los griegos se asocian a la justicia: el triángulo equilátero, el círculo y el cuadrado.
Por eso hay aquí elementos cercanos, (proxémicos), y más lejanos (distémicos) o sea algunos de comprensión local y otros de entendimiento más universal. A partir de ellos, Lorente juega con una simbología amplia. porque una ciudad no es para unos pocos: debe servir a sus habitantes, a los que la visitan y a los extranjeros. El escultor lo recuerda con aciertos evidentes y trata de llegar al espectro más vasto posible sin caer en facilismos temáticos. Su propuesta posee acertadas connotaciones para llegar al público más amplio, porque este es un sitio abierto, convoca a ideas compartidas y sugiere intercambios.
* Extracto de texto de Alicia Haber, Diario El País, 8 de Julio de 1999.